BMW 116d: las unidades equipadas con esta motorización diésel tienen la “Etiqueta B amarilla” de la DGT, tiene un consumo mixto bajo (5-6l/100kms) y una buen respuesta en todo tipo de recorridos (urbano-carretera-autovía), si te decides por esta versión tendrás que prestar atención a la cadena de distribución que aunque no requiera mantenimiento, hubo problemas con este elemento del motor N47, además los precios de esta versión son 1-2 mil euros superiores a la versión de gasolina con kilómetros y equipamiento equivalentes.

BMW 116i: las unidades equipadas con esta motorización tienen mayoritariamente la “Etiqueta B verde” de la DGT, la cual tiene ventajas con respecto al motor de gasolina y  tiene menos restricciones en posibles episodios de alta contaminación, el consumo es mayor que el diésel (8-8,5l/100 kms) pero con el número de kilómetros que realizas al año te compensa la versión gasolina (menos compleja y más refinada) con una respuesta en ciudad más satisfactoria y aunque las prestaciones son peores, son superiores a las de tu actual vehículo, tiene 122 cvs que a partir de las 3-4 mil rpm salen a relucir, por último destacar el gran comportamiento de este modelo y los buenos ajustes interiores, y su principal desventaja es su habitabilidad interior.